Ayer acudí a la Casa de la Cultura Jurídica en Tlaxcala, pues me invitaron a un ejercicio organizado conjuntamente con la Universidad Autónoma del Estado. El ejercicio consistía en simular una sesión del Pleno de la Suprema Corte de Justicia donde debatiríamos un caso real, ya resuelto por nuestro más Alto Tribunal. 10 alumnos hicieron las veces de Ministros de la Corte, yo interpreté el papel del Ministro Presidente y el profesor del grupo actuó como Secretario General de Acuerdos.
El asunto que debatimos fue el tristemente célebre resuelto por la Segunda Sala (aunque lo debatimos en nuestro "Pleno") de Sergio Witz que fue sometido a un proceso penal por publicar un poema escatológico relacionado con la bandera nacional.
Durante el debate simulado, cada uno de los alumnos, interpretando su rol de Ministro, expusieron los razonamientos con los que justificaron su voto. Posteriormente se abrió una ronda en la que se refutaron los puntos de vista de aquellos que tenían ideas encontradas. Me gustó bastante el debate que se dio, pues escuché argumentos realmente interesantes (que inclusive no se abordaron en la sentencia ni en el voto de disidencia). Al final del ejercicio "resolvimos" amparar al quejoso por 7 votos contra 4 (a contrario de lo resuelto por la Sala, que en realidad le negó el amparo).
Ojalá las universidades del país fomentaran este tipo de ejercicios, como lo hace la Universidad de Tlaxcala, a la que no me queda más que felicitarla por sus brillantes alumnos y el impulso de sus profesores para llevar a cabo este tipo de eventos.
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